Existen varias técnicas para realizar un aborto seguro que son adecuadas dependiendo de la duración del embarazo. En términos generales podemos mencionar dos tipos de métodos: uno a través del uso de medicamentos y otras técnicas así llamadas quirúrgicas. En esta sección nos referiremos a un método quirúrgico que se usó por muchos años pero está mandado a recoger: Aborto por legrado o curetaje.
Esta técnica que infortunadamente sigue siendo bastante común en varios países de América Latina ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud como obsoleta, ya que hoy en día existen otras técnicas mucho menos invasivas y más seguras como las mencionadas en las secciones: Aborto con Mifepristona y Misoprostol, Aborto con Misoprostol solo, Aborto por aspiración.
Aunque comúnmente se le conoce como legrado, técnicamente es inapropiado llamarlo de esa manera ya que éste es un término genérico que se refiere a la acción de raspar las paredes uterinas con instrumentos; por ello lo más apropiado es llamarlo Dilatación y Curetaje (DyC) ya que de esta manera se refiere con precisión al tipo de instrumentos utilizados. Esta técnica consiste en la dilatación del cuello del útero utilizando dilatadores mecánicos o fármacos y la utilización de curetas metálicas filosas (semejantes a unas paletas metálicas) que se introducen en el útero y raspan las paredes uterinas. Esto la hace menos segura que la aspiración por el riesgo de que estos instrumentos produzcan laceraciones o perforaciones uterinas. Las complicaciones ocasionadas por esta técnica son dos a tres veces mayores que aquellas que ocurren con la aspiración al vacío.
Por otra parte, el dolor que el Aborto por legrado o curetaje produce es mucho mayor y por lo tanto requiere de l uso de sedación o incluso del uso de anestesia general que es lo que frecuentemente se utiliza cuando se hace un aborto por curetaje. El uso de anestesia general aumenta además los riesgos de complicaciones por las que se puedan causar directamente por el uso de la anestesia. Todo esto para reiterar que no es un método de elección y tal como lo plantea la Organización Mundial de la Salud solamente debe ser usado cuando no hay disponibilidad de otros métodos y en todo caso en los países se deben hacer todos los esfuerzos por reemplazar el curetaje por la aspiración.
Si bien la duración del procedimiento de aborto con esta técnica es muy corto (aproximadamente 10 minutos) la necesidad de anestesia general prolonga los tiempos de cirugía y de recuperación de manera importante y por lo tanto la mujer no puede retomar sus actividades normales por lo menos ese día.
Las posibles complicaciones de un aborto por legrado o curetaje realizado de esta manera son semejantes a las del aborto por aspiración pero como mencionamos más arriba, la posibilidad de que ellas ocurran es de más del doble e incluyen infección pélvica, hemorragia, perforación uterina o laceraciones cervicales, evacuación incompleta o evacuación fallida. A continuación nos referiremos a cada una:
Infección pélvica: Los síntomas que te deben hacer pensar en una infección incluyen fiebre o escalofríos, secreción vaginal o cervical con olor fétido, dolor abdominal o pélvico, sangrado o manchado vaginal prolongado, o sensibilidad uterina. Usualmente se usan antibióticos preventivos para evitar la infección y si llegare a presentarse una, lo que se debe hacer es tratar con antibiótico adicional que el profesional de la salud ordenará.
Hemorragia: Si bien es totalmente normal que sigas sangrando por algunos días e incluso que tengas cólicos o calambres menstruales por unas dos semanas, si el sangrado es tan fuerte que te lleva a empapar dos toallas higiénicas por hora durante más de dos horas consecutivas, debes consultar porque este es un sangrado excesivo cuya causa debe evaluarse y tratarse.
Perforación uterina o laceraciones cervicales: Esta es una complicación que el prestador de servicios debe detectar durante el procedimiento y dependiendo del calibre de la misma requerirá intervenciones más complejas o no. Si presentas un dolor muy fuerte, debes consultar para descartar esta posibilidad.
Evacuación incompleta: Esta es una complicación que debe identificar el profesional de la salud al revisar los tejidos obtenidos durante el procedimiento y en caso de presentarse, el tratamiento consiste en realizar una re-evacuación de la cavidad uterina, que de ser a través de curetaje nuevamente se repite todo lo mencionado antes.
Aborto fallido: En muy raras ocasiones puede pasar que durante el curetaje no se obtenga el tejido propio del embarazo o el mismo se confunda con otros tejidos obtenidos. Si pasados unos días después de un aborto por aspiración continuas experimentando síntomas de embarazo, debes consultar para descartar que se trate de un aborto fallido, en cuyo caso es necesaria la re-evacuación de la cavidad uterina.
Por otra parte, si no se han presentado complicaciones, el mismo día del procedimiento puedes iniciar un método anticonceptivo seguro que evite un nuevo embarazo no deseado. Es importante que sepas que el raspado uterino, te deja nuevamente preparada para un embarazo muy rápidamente y por lo tanto lo ideal es que tomes una decisión de inmediato. Para ello, te sugerimos consultar la sección Claves para prevenir el embarazo. De hecho, puedes ponerte un dispositivo intrauterino [C1] [C2] o un implante sub-dérmico durante el mismo procedimiento y así evitas la necesidad de una nueva visita con el prestador de servicios de salud.
Por tratarse de una cirugía, es recomendable tener una cita de control de 7 a 14 días después de haber tenido un aborto por curetaje, con el fin de hacer seguimiento a los síntomas y evaluación de la salud de la mujer.
[C2]De esto no estoy totalmente segura y les pido confirmar con los ginecólogos.