Investigadores de la Organización Mundial de la Salud han realizado un estudio significativo, publicado en ‘The Lancet‘, sobre el uso del misoprostol en la interrupción de embarazos de primer trimestre.
El estudio arroja luz sobre las distintas formas de administración del misoprostol, destacando su eficacia y efectos secundarios asociados.
Protocolo del Estudio
El estudio incluyó a más de 2,000 mujeres con embarazos de menos de 63 días, divididas en cuatro grupos.
Cada grupo siguió un protocolo específico de administración del misoprostol: tres dosis de 0.8 mg, administradas vía sublingual o vaginal, con intervalos de tres o 12 horas.
Resultados
Se observó que la administración vaginal del misoprostol fue más efectiva en el intervalo de 12 horas, con un 4% de casos de embarazos no interrumpidos, en comparación con el 9% de la administración sublingual.
Sin embargo, las diferencias fueron menos significativas en el intervalo de tres horas, con un 4% y un 6%, respectivamente.
Consideraciones clave
Aunque los porcentajes de fallos en la interrupción del embarazo con misoprostol son mayores que cuando se combina con mifepristona, cuya disponibilidad es limitada, el uso exclusivo del misoprostol sigue siendo justificado.
Además, se destaca la importancia de considerar los efectos asociados a su uso, como dolor, diarrea, náuseas, fiebre y escalofríos, que pueden variar según la vía y el intervalo de administración.
Conclusión
Los autores del estudio concluyen que, con intervalos de 12 horas, la vía vaginal es preferible, mientras que con intervalos de tres horas, se puede elegir cualquier vía de administración.
Esta decisión debe tener en cuenta también los efectos asociados, especialmente con la administración sublingual y los intervalos más cortos entre dosis.
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