Amnistía internacional le exige a Perú el enfoque de género y la información sobre aborto en la educación
El principal obstáculo en la comunicación de jóvenes con sus padres o del diálogo sobre sus inquietudes y experiencias sexuales, es el temor a ser juzgados, reprochados o calificados. Aunque algunos padres aparentemente aceptan la sexualidad de sus hijas, las jóvenes saben o intuyen que detrás de esta aparente calma y permisividad los padres van a ejercer control.
Cuando los padres se enfrentan a la inevitable actividad sexual de sus hijas o hijos, en muchos casos no ofrecen los elementos necesarios para que puedan asumir responsabilidad frente al uso de anticonceptivos y continúan solamente advirtiendo sobre los peligros de un embarazo.
1 de cada 7 adolescentes en el Perú están embarazadas.
La cifra aumenta a 1 de cada 4 en la selva.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar de 2015, el embarazo adolescente no planificado es uno de los principales problemas que enfrentan los adolescentes en el Perú.
Infundir temor y no dar información son formas de control que para los adultos pueden constituirse -erróneamente- en desincentivo de la actividad sexual. Es así como algunos sectores argumentan que el aumento de embarazos en las adolescentes es producto de la educación sexual, porque esta estimula la actividad sexual.
Algunas instituciones educativas comparten esta idea y han restringido los espacios destinados para este fin, así como los contenidos de los programas, que siguen enfatizando la información sobre aspectos biológicos de la sexualidad, con algunos métodos anticonceptivos y algunas infecciones de transmisión sexual.
Sin embargo, es necesario resaltar que en el momento actual la principal necesidad de muchas jóvenes no es de información, sino que carecen de los elementos que les permitan integrar a su experiencia sexual los conocimientos que han recibido. Por ejemplo, tienen información sobre los métodos anticonceptivos pero no saben cómo elegir alguno ni cómo incorporarlos a su actividad sexual.
«Es necesario que se imparta educación sexual integral en los colegios para prevenir embarazos en adolescentes, en su mayoría, de niveles socio económicos más bajos, aquellas que se encuentran en zonas rurales y quienes tienen sólo primaria completa» dijo Marina Navarro, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Perú.
Si el adulto –padre o docente- no reconoce que las y los jóvenes tienen vida sexual, difícilmente pueda propiciar un diálogo reflexivo y vivencial que les permita pensar en su realidad.
Publicado el 24 de Agosto de 2018
Fuente: www.amnistia.org.pe