Cuando una mujer enfrenta un embarazo no deseado o no planeado, tiene varias opciones: a) aceptar el embarazo y continuarlo; b) entregar en adopción; c) interrumpir el embarazo. En esta sección hablaremos sobre la alternativa de entregar en adopción.
Lo primero que debes saber es que alrededor de la adopción desafortunadamente se hacen afirmaciones sin fundamento como que se “regala o se abandona un hijo”; estas afirmaciones además de ser completamente lejanas de la realidad, estigmatizan a la mujer que en un acto de amor por su hijo/a renuncia a su crianza debido a que considera que no tiene las condiciones ni el apoyo necesario para encargarse de un hijo/a. La atención de un/a niño/a en todas sus etapas de desarrollo requiere de unas condiciones y de un esfuerzo importante que no todas las personas están en posibilidad de asumir. Por eso, la adopción lejos de ser un acto de abandono, es un acto de cuidado y de entrega que debería ser valorada y respetada social y culturalmente.
Adicionalmente, el proceso de entrega en adopción para mujeres mayores de edad es un proceso que es legal, en la mayoría de los países está ampliamente reglamentada y por lo tanto tiene una serie de pasos y requisitos que deben ser tramitados, para evitar lo que es un riesgo asociado con la adopción y es la confusión que en ocasiones puede tenerse con la trata de niñas/os. El proceso de adopción es un proceso que no implica intercambio de dinero con la madre biológica, pero si requiere de gestiones ante las autoridades.
El trámite jurídico que legaliza la entrega en adopción en la mayoría de los países infortunadamente se llama “declaración de abandono”, lo que contribuye con la estigmatización, aunque en realidad sea el acto de entregarle a esa niña/o las mejores condiciones de vida y de crianza y la tranquilidad de que sus derechos e integridad serán respetados. De acuerdo con nuestra experiencia, la mayor parte de las mujeres que optan por esta alternativa lo hacen desde el amor y no desde la falta del mismo. Por fortuna en algunos países está cambiando la forma de llamarlo y empieza a denominarse “declaración de adoptabilidad”, lo que describe con mayor precisión y sin juicios lo que sucede con el/la menor.
Si estás considerando la opción de entregar en adopción, debes saber que las familias adoptantes pasan por un riguroso estudio que permite conocer su idoneidad para asumir la crianza integralmente. Sin embargo, en la mayoría de los países de América Latina no existe la adopción abierta, es decir que los padres adoptantes no pueden conocer a la madre o padres biológicos ya que es el estado a través de sus agencias quien asume todos los trámites de adopción. Si bien a los padres adoptantes y a la persona adoptada se les brinda información general sobre la madre biológica, no se generan relaciones entre ambas partes. Si estás considerando esta opción puedes dirigirte a la agencia pertinente en tu país (Colombia: ICBF; Perú: Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; Argentina: Ministerio Público de Menores; Bolivia: Ministerio de Justicia-Viceministerio de Igualdad de Oportunidades) para buscar respuesta a las preguntas que te puedan surgir durante el proceso, ya que hay países donde la persona adoptada adulta puede buscar información e incluso contactar a su madre biológica con el fin de hacer un cierre sano y cuidadoso de su proceso, pero este puede no ser el caso en todos los países.
La decisión de entregar en adopción es una decisión que solo le corresponde a la mujer embarazada y si ella así lo quiere, puede tomar la decisión con su pareja. Es necesario tomarse todo el tiempo necesario e idealmente buscar asesoría profesional ya que son muchas las preguntas que te debes responder antes de tomar la decisión. Además, se trata de una decisión definitiva, es decir que una vez que en el proceso te informan que el trámite ha sido legalizado, no hay lugar a cambios de decisión ya que en este proceso además de ti, están involucrados el/la niña y también los padres adoptantes. La entrega en adopción por parte de mujeres menores de edad, requiere del consentimiento de sus padres o tutores legales, pero ello no significa que se anule la capacidad de decidir de la mujer menor de edad.
La decisión de entregar en adopción se puede tomar durante el embarazo, pero solamente se hace operativa y se legaliza después del parto; sin embargo no hay un límite de tiempo máximo después del nacimiento para iniciar los trámites, pero obviamente si la decisión está tomada es importante hacerlo lo antes posible, en beneficio de la mujer, del niño/a y de los posibles padres adoptantes.
Es completamente normal tener muchas preguntas y también muchos sentimientos, por eso es importante buscar ayuda profesional que te ayude de manera comprensiva y sin juicios a hacer las preguntas y a aclarar tus sentimientos actuales y los que pudieran surgir en el futuro. Muchas mujeres se preguntan cómo se van a sentir después de entregar en adopción y lo que sabemos es que la mayoría de ellas, si han seguido un proceso como el aquí descrito, sienten alivio y se sienten fortalecidas por haberle dado a ese niño/a las oportunidades que ellas no podían ofrecer; sin embargo es normal tener también sentimientos de pérdida que es importante manejar sin negarlos, pero en general la tranquilidad debe ser el sentimiento que prime después de la entrega en adopción y eso se logra si has hecho un proceso acompañado, analítico, evaluando todas tus alternativas y preparándote para la etapa post-adopción.